Segunda parte

Holaaap. Vengo con la segunda parte de mi historia :D Si no habéis leído la primera, pulsar aquí --> Parte 1. Me encantaría  que os molestéis en leerla... Es bastante importante para mi. Gracias.

Me sentí rara, y sin saber porque, acepté. Me cogió de la mano, sonriendo, y empezó a caminar, con total tranquilidad.
- Y ahora que he aceptado, ¿me dirías donde me llevas?
- No, me gustan las sorpresas.
Aquel chico, era distinto. No era el prototipo de chico que siempre había tenido en la cabeza. Era todo muy extraño, porque me trataba como, como algo más que simples conocidos. 
La manera en que me miraba, en que me sonreía...
-Si te molesta, no me contestes, pero, ¿que paso con tus padres?
Dudé en contárselo. Pero, otra vez esa rara sensación. Es, como que se podía confiar en él, más que en cualquier otra persona.
-Pues... Es largo.
-Tenemos toda una noche por delante, preciosa.
-No me llames...
Me puso el dedo en los labios, haciéndome callar.
- ¿Y como puedo llamarte, entonces?
-Elena.
-Encantada Elena, soy Juan.
-Vale, te lo contaré.
Me miro con unos ojos dulces, que derretirían a cualquiera con un poco de sentido común.
-Era una noche. La verdad, no supe nada hasta que ya fui más mayor, y mi abuela me lo explicó... Por lo que se, fue un accidente de coche. Mis padres volvían de una boda. Era tarde, y el conductor del coche iba borracho. Se puso en el carril de vuelta, y chocaron de frente. Mis padres, murieron al instante. Aquel cerdo, solo unos pequeños rasguños. Un par de días en el hospital, y como nuevo.
- ¿Y vives con tu abuela?
- No. Mi abuela... Tampoco esta. Vivo en casa de una amiga. Los padres están separados, así que es como si viviésemos solas...
-Pues a ver si algún día me invitas a casa de tu amiga- Dijo en un tono gracioso y pícaro.
- ¿Siempre eres así?
-Así, ¿como?
- Siempre teniendo que hacer alguna gracia.
- Solo intento hacerte sonreír...
-Gracias- Dije en un tono dulce, tratando de que se sintiera bien.
Hubo unos minutos de silencio. No me había dado cuenta, pero Juan, seguía cogiéndome la mano. Lo hacia con delicadeza.
- ¿Queda mucho?
-Eres demasiado impaciente. ¿Lo sabias?
-Si, me lo dicen mucho. Pero todos tenemos defectos.
-Yo no. Yo soy perfecto.
Le di en el hombre, lo suficientemente fuerte como para que le doliera.
-Eh, ¿Pero que pasa?
-Que no eres perfecto.
- Pues antes en el parque, cuando decías que estaba buenísimo, no parecía que pensaras lo mismo.
- El físico, no te hace perfecto.
- ¿Estas admitiendo que te gusto?
-No.
-Yo creo que si.
-Cállate ya. Pareces un niño pequeño.
Una sonrisa salió en sus labios. 
-¿Que te parece tan gracioso?
-Tú, enfadada. 
Me puse colorada.
Juan me acarició la mano, despacio. Estábamos en medio de la calle. Las farolas, no alumbraban demasiado bien las calles. Todo estaba oscuro.
El se acercó más a mi, mucho más. Me quito pequeños mechones que me tapaban los ojos, y me miro a los ojos directamente. 
Se acercó a mi oído, y me susurro algo. Pero no entendí el porque. "Lo siento". Eso dijo.
Notaba su respiración avanzando por mi cuello, cada vez, más cerca. Yo, no sabia que quería. Estábamos a escasos centímetros. 
Y, como una estúpida, asustada, me quite.


Bueno, pues aqui lo dejo. Espero que os haya gustado. Besos <33